HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Los Inicios

En el apogeo de la edad de hielo más reciente, hace unos 35.000 años, gran parte de agua del mundo estaba atrapada en enormes capas de hielo continentales y un puente de acceso hasta de 1.500 kilómetros de ancho comunicaba Asia con América del Norte. Hace 12.000 años ya vivían seres humanos en gran parte del hemisferio occidental.

Los primeros americanos cruzaron este puente desde Asia y se cree que permanecieron miles de años en lo que hoy es Alaska. Después emigraron al sur, internándose en lo que más tarde sería Estados Unidos. Se asentaron a la orilla del Océano Pacifico en el noroeste, en las montañas y desiertos del sudoeste y en las márgenes del río Mississippi en el Medio Oeste.

Esos primeros grupos son conocidos como los hohokam, los adenanos los hopewelianos y los anasazis. Ellos fundaron aldeas y cultivaron el campo. Algunos erigieron estructuras de tierra en forma de pirámides, aves o serpientes. Su vida estaba estrechamente vinculada con la tierra, y su sociedad se orientaba hacia el clan y la comunidad. Los elementos del mundo natural eran parte esencial de sus creencias espirituales. Su cultura era principalmente oral, aunque algunos desarrollaron una especie de jeroglíficos para conservar ciertos textos. Según las evidencias, entre los distintos grupos había un intenso comercio, pero a veces sus relaciones eran hostiles.

Por razones que aún no entendemos del todo, aquellos primeros grupos, desaparecieron al  cabo del tiempo y fueron sustituidos por otros, nativos de América, como los hopis y los zunis que entonces florecieron. Para cuando los europeos llegaron a lo que hoy es Estados Unidos, en estas tierras vivían cerca de 2 millones de nativos, tal vez más.

Los primeros europeos que llegaron a Norteamérica -por lo menos de los que se tienen pruebas concretas- fueron noruegos. Viajaron al oeste desde Groenlandia, donde Erik el Rojo fundó un asentamiento hacia el año 985. Se cree que su hijo Leif exploro en 1001 la costa nororiental de lo que hoy es Canadá. Se han descubierto ruinas de casas noruegas que datan de esa fecha en L’Anse-aux-Meadows, en el norte de Terranova.

Tendrían que pasar casi 500 años más antes de que otros europeos llegaran a Norteamérica y un siglo más para que establecieran en ella asentamientos permanentes. Los primeros exploradores buscaban una ruta marítima a Asia. Otros – sobre todo británicos, holandeses, franceses y españoles – llegaron después para tomar posesión de las tierras y las riquezas de lo que ellos llamaban “el Nuevo Mundo”.

El primero y más famoso de esos exploradores fue el genovés Cristóbal Colón. Sus viajes fueron financiados por la reina Isabel de España. Colón desembarco en las islas del Mar Caribe en 1492, pero nunca vio la porción continental de lo que más tarde sería Estados Unidos. El veneciano John Cabot llegó cinco años después en una misión encomendada por el Rey de Inglaterra. Su viaje pronto fue olvidado, pero sentó las bases para que Gran Bretaña reclamara Posesiones en Norteamérica.

El siglo XVI fue la era de las exploraciones españolas en América. Juan Ponce de León desembarcó en lo que hoy es la Florida en 1513. Hernando de Soto llegó a esa península en 1539 y avanzó hasta el río Mississippi. En 1540 Francisco Vázquez de Coronado emprendió el viaje desde México, cuyo territorio había sido conquistado por España en 1522, en busca de las míticas Siete Ciudades de Cibola. Jamás las encontró, pero sus viajes lo llevaron hasta el Gran Cañón de Arizona e incluso a las Grandes Llanuras.

Mientras los españoles avanzaban desde el sur, la parte norte de lo que hoy es Estados Unidos  se fue revelando lentamente en las exploraciones de otros  europeos. Algunos de ellos fueron Giovanni da Verrazano, Jacques Cartier, y Américo Vespucci, en honor de quien el continente recibió su nombre: América.

El primer asentamiento europeo permanente en lo que había de ser Estados Unidos fue establecido por los españoles a mediados del siglo XVI en St. Augustine, en la Florida. Sin embargo, éste no intervino en la formación de la nueva nación. Ese proceso ocurrió en asentamientos mucho más septentrionales a lo largo de la costa del Atlántico: Massachusetts, Nueva York, y las otras 10 regiones colonizadas por una creciente marea de inmigrantes llegados de Europa.

El periodo colonial

La mayoría de los colonizadores que llegaron a las colonias británicas en el sigloXVII eran ingleses. Otros venían de los Países Bajos, Suecia, Alemania, Francia, y más tarde, Escocia e Irlanda del Norte. Algunos dejaron sus países de origen para huir de la guerra, la presión política, la persecución religiosa o una sentencia de cárcel. Otros emprendieron el viaje como siervos, con la expectativa de trabajar para pagar su libertad. Los africanos eran vendidos como esclavos y llegaron encadenados.

En 1690, la población era de 250.000 habitantes. Menos de un siglo después, ya había aumentado a 2,5 millones.

Los colonizadores llegaron a América por las más variadas razones y a la postre crearon allí 13 colonias diferentes. Se formaron así tres agrupamientos regionales de colonias, entre las cuales las diferencias eran aún más marcadas.

Los primeros asentamientos fueron establecidos sobre la costa del Atlántico y en los ríos que fluían hacia el océano. En el nordeste, los colonizadores hallaron montes cubiertos de árboles, y suelos que quedaron llenos de piedras cuando los glaciares de la Edad de Hielo se derritieron. La energía del agua fue fácil de aprovechar, con lo cual “Nueva Inglaterra – constituida por Massachusetts, Connecticut y Rhode Island – desarrolló una economía basada en productos forestales, pesca, construcción de barcos y comercio. Las colonias de la región media –  entre ellas New York y Pensilvania – tenía un clima más templado y su territorio era más variado. Allí se desarrollaron la industria y la agricultura, y la sociedad era más diversa y cosmopolita. Por ejemplo, en New York había emigrantes de Alemania, Bohemia, Dinamarca, Escocia, Francia, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia, Portugal y Suecia. Las colonias de sur – Virginia, Georgia y las Carolinas – tenían  una temporada de cultivos largos y tierra fértil, por lo cual su economía fue principalmente agrícola. En ella había tanto pequeños granjeros como ricos terratenientes aristócratas que poseían grandes fincas, llamadas plantaciones, en las que trabajaban esclavos africanos.

Las relaciones entre los colonos y los norteamericanos nativos, a quienes aquéllos llamaban indios, eran una incómoda mezcla de colaboración y conflicto. En algunas áreas hubo comercio cierta interacción social, pero en general, a medida que los nuevos asentamientos se expandieron, los nativos fueron obligados a emigrar, muchas veces sólo después de ser derrotados en combate…

La creación de las colonias no fue patrocinada por el gobierno británico, sino directamente por grupos privados. Todas, salvo Georgia, surgieron como compañías de accionistas o como propiedades otorgadas por el rey. Algunas fueron gobernadas con rigor por los dirigentes de esas compañías, pero a su debido tiempo todas  desarrollaron un gobierno participativo, basado en la tradición y el precedente jurídico británicos.

Varios años de descontento político en Gran Bretaña culminaron con la Revolución Gloriosa de 1688-89, en la cual el rey Jaime II fue derrocado; entonces se establecieron límites a la monarquía y se otorgaron más libertades a la población. Las colonias norteamericanas se beneficiaron con esos cambios. Las asambleas coloniales reclamaron el derecho de actuar como parlamentos locales y aprobaron medidas para expandir su propio poder y limitar el poder de los gobernantes reales.

En los siguientes decenios, las disputas recurrentes  entre los gobernadores y las asambleas hicieron que los colonizadores se percataran de la creciente divergencia entre sus intereses y los de Gran Bretaña. Los principios y precedentes que surgieron de esas disputas se convirtieron en la constitución no escrita de las colonias.

Al principio, su centro focal fue la autogestión dentro de una mancomunidad británica. Sólo después empezaron a aspirar a la independencia.

Los anasazis formaban una cultura arqueológica amerindia de la superárea cultural de Osisamérica. Ocupaban, en varios grupos, la superficie de los estados actuales de Colorado, Utah, Arizona y Nuevo México..

Hohokam es el nombre que se ha dado a una de las áreas culturales arqueológicas de la antigua Oasisamérica.  La cultura hohokam está relacionada con un conjunto de sitios arqueológicos del bajo valle del río Gila y otras partes del desierto de sonora.

Hohokam es el nombre que se ha dado a una de las áreas culturales arqueológicas de la antigua Oasisamérica.  La cultura hohokam está relacionada con un conjunto de sitios arqueológicos del bajo valle del río Gila y otras partes del desierto de sonora.

Al llegar los colonizadores a Norteamérica, vivían tribus de vida prehistórica, se presume de ancestros asiáticos. Se ubicaban al norte del Río Grande.

Ponce de León y sus exploradores en Florida buscando la Fuente de la juventud, según un dibujo romántico alemán del siglo XIX.

Las Trece Colonias eran un grupo de colonias británicas en la costa este de América del Norte, fundadas en los siglos XVII y XVIII que declararon su independencia en 1776 y formaron los Estados Unidos.